Grupo de Trabajo - CLACSO

martes, 29 de diciembre de 2009

El Comité Directivo de CLACSO reunido en Buenos Aires el pasado 18 de diciembre aprobó el Grupo de Trabajo El Estado en América Latina. Continuidades y rupturas coordinado por Mabel Thwaites y Andrés Pérez Baltodano, integrado por investigadores de diferentes países, entre ellos Carlos Moreira (Uruguay-Paraguay), Carlos Durán (Chile), Ruth Felder (Argentina), Diana García (Paraguay), Juan Carlos Gomez Leyton (Chile) Ignacio González (Paraguay) Eliel Ribeiro Machado (Brasil), Carmen Midaglia (Uruguay), Massimo Modonesi (México), Pedro Narbondo (Uruguay), Beatriz Rajland (Argentina) y Franklin Ramírez (Ecuador)

La conferencia sobre el clima

jueves, 24 de diciembre de 2009


No juguemos con el fuego
por Giovanni Sartori (*)

Dicen lo médicos que el paciente tiene neumonía. Responden los familiares: aunque sea cierto no tenemos el dinero para curarlo y tampoco estamos de acuerdo con el tratamiento. ¿Entonces lo dejamos morir? Respuesta: quizá se mejore, mientras esperamos.
El paciente en cuestión es la Tierra, y los familiares a su cabecera son los así llamados “grandes” de la Tierra, quienes se reúnen en Copenhague a partir del lunes 7 de diciembre para una cumbre sobre el clima que suscitaba muchas esperanzas y que en cambio nace ya medio muerta.
Por fin los Estados Unidos tienen a un presidente consciente del colapso ambiental que incumbe; mas Obama fue a China, y China lo detiene. Inmediatamente después India vuelve a informarnos que no está para nada lista para portarse bien. Imagínese todos los demás países “en vías de desarrollo”. Si la India todavía debe crecer (antes que preocuparse de otras tonterías como el destino de los monzones), aquellos con más razón.
¿Por qué no logramos avanzar? Es porque estamos enredados, además que por pegajosos intereses constituidos, por un mar de pretextos sin pies ni cabeza. Para decir una, la tesis que los países subdesarrollados tienen que ser indemnizados por ese pasado durante el cual los “desarrollados” los contaminaron. ¿Desde cuándo? ¿Cómo se puede afirmar que una persona es responsable por haber transmitido el SIDA antes que fuera descubierto?
Del mismo modo que, cuando la sociedad industrial dejó proliferar las chimeneas alimentadas a carbón nadie sabía que esas chimeneas amenazarían el clima. En 1968 Paul Ehrlich denunciaba la explosión demográfica (con razón), pero ni siquiera él sabía de la bomba ecológica. Y lo mismo vale, a mediados de los años 70, para Aurelio Peccei y el Club de Roma, quien concentró su atención sobre la limitación de los recursos, no sobre un colapso ecológico que la ciencia todavía no había captado.
Entonces, nadie puede ser considerado responsable por un acontecimiento que no quiso y no previó. Sin embargo asistimos al espectáculo de un Occidente llorón que se siente “culpable” y promete indemnizaciones no debidas que piensa pagar con dinero que, entre otras cosas, no tiene.
Pero pasemos al punto crucial: la contabilidad, cómo se cuenta qué. Hoy los países que más contaminan son, en el orden, China, Estados Unidos, India. Mas China e India objetan, en su defensa, que los que más ensucian y derrochan son, per capita, individuo por individuo, los estadounidenses. Cierto, pero irrelevante.
La contaminación es global, aletea sobre todo el planeta en su conjunto. Por lo tanto lo que cuenta es el total, solamente el total, de las emisiones contaminantes. China (e India seguirá pronto) contamina más que todos porque los chinos son mil trescientos millones. El hecho que, tomados individualmente, sean más frugales que los norteamericanos, no mueve el problema un solo milímetro. Y queda el hecho que si en los últimos 50 años las emisiones de Co2 de los países ricos se duplicaron, las de la India se decaduplicaron.
Pero ya no es tiempo de recriminar y de regatear. Quien llega a Copenhague con estos propósitos quiere el mal de todos y también el propio.

(*) Tomado del Corriere della Sera, 06-12-2009. Traducción para el blog de Mariangela Di Bello

Resumen de encuestas

domingo, 20 de diciembre de 2009

Como siempre, les recordamos el resultado de las encuestas que hemos publicado en nuestro blog durante el último mes. Dentro de poco daremos cierre a este primer año con algunos artículos interesantes, y tomaremos descanso para retomar en 2010 con un formato más ágil y dinámico.


¿Ud. cree que con Obama presidente han aumentado las posibilidades de la paz en el mundo?
Si 54%
No 46 %

¿Ud cree que realizar el plebiscito para derogar la Ley de Caducidad el día de las elecciones nacionales influyo en el resultado del mismo?
Si 66%
No 34%
¿Ud cree como Putin que la caída del Muro de Berlín fue un acontecimiento triste?
Si 33%
No 67%
¿Ud. cree que Hugo Chávez es el hombre de la década en América Latina?
Si 22%
No 78%
¿Ud cree que el gobierno de José Mujica significará un giro a la izquierda respecto al mandato de Tabaré Vázquez?
Si 58%
No 42%

Poderes del premier y República parlamentaria

lunes, 7 de diciembre de 2009


LA CONSTITUCION INMATERIAL
por Giovanni Sartori (*)

Una de las cuestiones evidenciadas por la sentencia de la Corte Constitucional sobre el lodo Alfano*, es si el jefe de gobierno es, en Italia, un primus inter pares o bien un primus super pares.
En nombre de la “constitución formal” (el texto de la constitución vigente) la Corte reafirmó que es un “primero entre pares”. Sin embargo en Italia se está difundiendo la idea que la constitución formal ya ha sido superada por una “constitución material” según la cual Berlusconi encarna la voluntad de la mayoría de los italianos; lo cual le atribuye el derecho, en nombre del pueblo, de aventajar, si es necesario, la voluntad de los órganos que no son elegidos por el pueblo (entre ellos la Corte Constitucional y el Presidente de la República).
Ahora, la distinción entre constitución formal y constitución material, es decir la praxis constitucional, es una distinción ampliamente aceptada por la doctrina. ¿Pero se aplica al caso en examen?
Aclaremos bien la tesis. Excesos verbales aparte, la tesis de fondo de Berlusconi es que él tiene derecho a prevalecer sobre todos los otros poderes del Estado (cuestión de derecho), porque él y solamente él es “electo directamente por el pueblo” (cuestión de hecho). Ahora bien, si la afirmación de hecho es falsa, también la tesis jurídica que de ella deriva resulta ser infundada. Entonces, ¿Berlusconi es realmente un premier designado “directamente” por la voluntad popular?
Según Ilvo Diamanti esta afirmación es “por lo menos dudosa” porque desmentida por todos los datos de los cuales disponemos. Lamentablemente es cierto que en la papeleta electoral es indicado el nombre del premier designado por los partidos (un golpe de mano que, en su momento, fue imprudentemente pasado por alto por el presidente Ciampi); pero queda el hecho que el voto se da a los partidos.
Por lo tanto el voto para Berlusconi es en realidad sólo el voto obtenido por el Pdl. Que en el 2008 obtuvo (véase Diamanti) “el 37,4% de los votos válidos, mas el 35,9% de los votantes y el 28,9% de los habilitados. A saber, alrededor de un tercio del “popolo”. A eso hay que sumarle que esta mayor minoría (o mayoría relativa) incluye los votos de An, en buena medida todavía fieles a Fini; y que si miramos a los años anteriores FI nunca superó el 30%. También tiene que quedar claro que el voto para FI, y ahora para el Pdl, no equivale automáticamente a un voto para Berlusconi. Una parte de los electores de derecha vota en contra de la izquierda, no necesariamente a favor de Berlusconi. Hay una cierta diferencia.
Entonces la tesis según la cual el pueblo se identifica, cuanto menos en su mayoría absoluta de al menos el 51%, con un líder a quien quisiera omnipotente (o cuasi), es de hecho falsa. Quien la sostiene es un tramposo o un iluso. Y esta conclusión es impuesta por los números.
Aclarado eso, volvamos a la constitución material. En ocasión de la Consulta los abogados de Berlusconi afirmaron que según la constitución viviente (como dicen los ingleses) el principio que vale para Berlusconi es que “está arriba”, que es un primus super pares. Y, como es posible que esta fórmula sea un invento mío en un libro de 1994, me importa que no sea deformada.
Yo la usé para aclarar la diferencia entre parlamentarismo clásico y su variante inglesa y también alemana del premierato. Pero la cuestión es que en Italia tal variante nunca se puso en práctica. Y entonces en Italia no hay diferencia, en cuanto a eso, entre constitución formal y constitución material. Como decía, la tesis del premierato de Berlusconi exigido por el pueblo es enterrada por los números. El punto es solamente éste.

*El lodo Alfano, la ley que suspendia los procesos de los más altos cargos del Estado, ha sido rechazada por la Corte Constitucional, por violación de la Constitución (N.T.)

(*) Tomado del Corriere della Sera, 31-10-2009. Traducción para este blog de Mariangela Di Bello

Uruguay, elecciones y movimientos sociales

martes, 17 de noviembre de 2009

¿Un salto al vacío?


Por Carlos Moreira y Sebastián Moreira


La evolución de los movimientos sociales en Uruguay presenta algunas características que es necesario destacar.


En primer lugar, desde el nacimiento del Uruguay los partidos políticos y el Estado han tenido un papel tan fundamental, que es posible afirmar que no ha existido hasta el momento una tradición destacable de movimientos sociales que hubieran podido controlar, vigilar u obstruir el accionar de los mismos. No significa esto que no hayan existido a lo largo del Siglo XX experiencias sociales de tipo político, si no que los movimientos han estado tan estrechamente vinculados a los aparatos partidarios que han funcionado como una suerte de “brazo social” de los partidos políticos. Fundamentalmente se puede decir que las representaciones de las dos grandes corrientes (obrera y estudiantil) que nacieron en la primera mitad del siglo pasado fueron abandonando la lucha eminentemente social para afianzarse, en mayor o menor medida, a partir de los años setenta entorno a un proyecto partidario, proceso que desembocó en la fundación del Frente Amplio.


Si nos concentramos en los últimos años, a la salida de la dictadura esos movimientos fueron conformando una trayectoria de cierta relevancia, a partir de este bloque progresista que alcanzó su apogeo con el plebiscito de 1992 que logró frenar la estrategia privatizadora del gobierno de Luis Alberto Lacalle, pero ciertamente no encontramos allí un movimiento social independiente, sino un actor que actuó nuevamente de manera dependiente de la estrategia político partidaria del Frente Amplio.


En segundo lugar, resulta destacable que el movimiento social uruguayo optó, en esa y otras ocasiones, por la apelación a un formato institucional, a través de los recursos de plebiscitos y referéndums establecidos en la Constitución Nacional, que independientemente de sus ventajas y desventajas, acentúa la dependencia de los movimientos sociales hacia los partidos políticos.


En tercer lugar los líderes sociales están no sólo estrechamente imbricados al Estado y los partidos, siendo dependiente de ellos, al punto que la afirmación de la dirigente social argentina Milagros Sala sobre que “los políticos son los políticos, y los dirigentes sociales, son los dirigentes sociales”, en Uruguay es una frase de ficción. No extraña, por ejemplo, que la inmensa mayoría de los representantes de la campaña por la nulidad de Ley de Caducidad fuesen conocidos por su vinculación partidaria, por más que quisiesen operar desde otros roles. De la misma manera no puede sorprender que el voto epistolar, sin figuras o instituciones con peso partidario apoyando la iniciativa, haya quedado poco menos que en el anonimato.


Ahora bien, en este contexto, se debe prestar atención a la actitud del movimiento uruguayo en el contexto actual, donde no se observan intentos de construcción de un movimiento social autónomo que controle, vigile, y exija en todo momento a los partidos y al Estado. La segunda vuelta electoral de finales de noviembre ha sido presentada como una situación de extrema polarización donde los modelos que representan cada una de las duplas son radicalmente opuestos.


En este sentido, las dos grandes organizaciones sociales uruguayas (FEUU por los estudiantes y PIT-CNT por los trabajadores) han tomado claras posturas al respecto. El PIT-CNT ha actuado rápida y previsiblemente; con la mayoría de sus miembros vinculados orgánicamente al Frente Amplio decidió declarar su apoyo a la formula Mujica – Astori. La FEUU, más horizontal, está buscando hacer similares declaraciones en la Convención que se desarrolla en estos momentos; el resultado es imprevisible puesto que ni siquiera los estudiantes que son miembros orgánicos del Frente Amplio están convencidos de tomar esa postura. Más allá de esto, el vínculo de las grandes organizaciones sociales con el Frente Amplio no es un secreto para nadie, pero quizás nunca fue tan explícito como hoy. La gran interrogante es como pueden proseguir un camino independiente las organizaciones mencionadas, y el movimiento social uruguayo en general, si es que desean seguirlo.


Independientemente de esto, resultará interesante observar como evolucionará la relación entre los movimientos sociales y el Frente Amplio, ya con el desgaste de un período de gobierno. Esta cuestión, en un país que registra pocos movimientos fuertes que hayan quedado fuera de lo partidario, resulta imprevisible.

Aclaración pública II

jueves, 12 de noviembre de 2009


A la opinión pública en general:

En el diario el País de fecha 5/11/2009 en la sección ciudades pag. un articulo sin firma que tiene por título "Un hombre 2 veces clandestino" se hace referencia al sonado caso policial que ha conmocionado en los últimos días a la opinión pública.

Allí se establece que el Sr. Saúl Feldman Szerman "frecuentaba la Asociación Zhitlovsky , vinculada a corrientes marxistas .Allí concurrió diariamente de niño a la escuela idish. Luego y hasta fines de los 90, estuvo vinculado institucionalmente a la comunidad judía."

Nuestra institución rechaza y desmiente en forma, absoluta y terminante esta afirmación por ser completamente falsa. Dicha persona nunca concurrió ni perteneció a nuestra Institución ni en su niñez ni en su vida adulta.

Quisiéramos creer que esta información se debe a un grave error del diario que a pesar de la aclaración pública ya realizada confunde a nuestro socio el Cr. Saúl Feldman Apelbaum conocido públicamente como ex arbitro de fútbol con el protagonista de estos hechos policiales.

Confiamos en que el diario del País no haya utilizado esta similitud de nombres con propósitos políticos para intentar confundir a la opinión pública ya que en el texto se agregan definiciones ideológicas sobre nuestra Institución.

La Nuestra es una Institución Social y Cultural Judeo Progresista que defiende los valores humanistas de solidaridad y defensa de los derechos humanos, que aprendimos de nuestros socios fundadores.

Con el convencimiento entonces de que se trata simplemente de un error que va ser subsanado inmediatamente como corresponde, esperamos que en la misma página y con los mismos caracteres de la publicación original se publique nuestro desmentido amparados en el artículo 7 de la Ley 16099.

COMISION DIRECTIVA ASOCIACION CULTURAL ISRAELITA ZHITLOVSKY

Aclaración pública


En el día de ayer algunos medios de prensa dieron la noticia que la representante de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) en la Coordinadora Nacional Por la Nulidad de La Ley de Caducidad, Mariana Licandro, es parte de una campaña que promueve el voto anulado para el 29 de noviembre colocando nuevamente la papeleta rosada.

Los medios levantaron la noticia del periódico Tribuna, del Partido de los Trabajadores. En el cual aparece un texto extraído de un correo electrónico enviado por Mariana Licandro a algunos compañeros donde expresaba cual sería su opción en las próximas elecciones del 29 de noviembre.

En dicho texto, no se convoca, en ningún momento, a votar la papeleta rosada, por lo que no aparece ninguna iniciativa de campaña incitando a anular el voto. Simplemente se expresan algunas valoraciones y sentimientos provocados después de la derrota en el plebiscito del 25 de octubre.

Tanto el periódico Tribuna así como el resto de los medios que luego publicaron la nota, no consultaron a Mariana Licandro o a la FEUU sobre la información que en ella se vertía, de esta forma se genera desde Tribuna un mal entendido.

Por tanto, aclaramos:

· La comisión de Derechos Humanos de la FEUU, que integró la Coordinadora Nacional por la Nulidad de la Ley de Caducidad desde el 2006, trabaja de forma colectiva y horizontal sin tener “representantes”.

· Desmentimos que Mariana Licandro, algún integrante de la FEUU, la comisión de Derechos Humanos, o la Federación en su conjunto esté llamando públicamente a anular su voto.

· Consideramos una falta ética la publicación de un correo electrónico en un medio de comunicación público sin previa autorización. Esta falta de respeto está agravada ya que menciona a la FEUU sin haber consultado cuál es su postura al respecto. Utilizando valoraciones personales para implicar a toda la Federación.

· La Federación es concebida como un espacio de trabajo, construcción y transformación social, que no toma partido sobre el acto eleccionario.

· Solicitamos al periódico Tribuna, como a cualquier otro medio de comunicación, que en el futuro, como lo ha hecho en otras oportunidades, tenga la delicadeza de consultar a la Federación antes de publicar algún artículo que lo relacione.

· Condenamos el mal uso de la información realizado por el periódico Tribuna, y levantado por los otros medios, que en forma inconsulta e intencionada utiliza el nombre de una organización social como la FEUU y de sus integrantes para legitimar la campaña que actualmente impulsa para la anulación del voto.

· Tanto la compañera Mariana Licandro y la Federación se deslindan de cualquier tipo de vinculación con esta campaña y exigen a todos los medios, que reprodujeron esa información, sin chequear las fuentes, a publicar esta aclaración.

ASCEEP - FEUU

El dilema entre la eficacia y la legitimidad

viernes, 6 de noviembre de 2009




Viernes 13 de Noviembre
Auditorio del Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM
12:30 a 13:30
Jorge Lanzaro, Universidad de la República, Uruguay
Ponencia: “El Presidencialismo en América Latina: Debate Teórico y Evolución Política”.
Moderador: Dr. Carlos Moreira (Red de Estudios sobre la Calidad de la Democracia en América Latina).

I Jornada de Ciencia Política

martes, 3 de noviembre de 2009




“América Latina y la crisis global: entre las transformaciones democráticas y los proyectos hegemónicos”.


5 y 6 de Noviembre

Universidad Nacional de Lanús


Participan:

José Seoane, Maristella Svampa, Carlos Moreira, Pablo Solana, Modesto Guerrero, Juan González, Aldo Casas, Claudio Katz Eric Calcagno, Raúl Delatorre, Diego Raus, Emilio Taddei Nora Cortiñas, Santiago Aragón, Martín Iglesias, Gabriel Mariotto, Daniel Cecchini

Organiza:
Centro de los Estudiantes de Ciencia Política y Gobierno

Apuntes sobre la tensión entre justicia ambiental y justicia social en América Latina

jueves, 29 de octubre de 2009


José Esteban Castro*

Tener mi base institucional en el lejano noreste inglés sometido a los rigores climáticos característicos de las ciudades del Mar del Norte me ha dado, de algún modo contraintuitivamente, un excelente mirador para pensar en y reconectarme con mi país y mi continente. Entre tantas otras cuestiones que me ocupan en este mirar desde lejos se encuentra lo que denomino la tensión entre justicia ambiental y justicia social en América Latina.

No me acerco a este tema desde una posición genérica o pretendidamente ‘neutra’, por lo cual es bueno esclarecer un poco el punto de partida. Para decirlo en términos sencillos, es bastante transparente, como tendencia, lo que puede esperarse de la política ambiental de las derechas latinoamericanas (bueno, de las derechas en general, con honrosas excepciones que no deben pasar inadvertidas sin embargo), caracterizada por la subordinación de los procesos de la vida a la acumulación privada de capital. Algunas derechas conservadoras, ocasionalmente, se han destacado por promover legislaciones y desarrollos institucionales que buscan preservar el ambiente y el funcionamiento de los ecosistemas, pero con demasiada frecuencia estos mismos actores han ignorado los derechos esenciales de los seres humanos que, de un modo u otro, dependen de o viven en dichos ecosistemas. En todo caso, la tendencia prevaleciente ha sido, ostensiblemente, hacia la destrucción sistemática de la base ecológica, como lo atestigua entre otros ejemplos el proceso de deforestación masiva en Argentina, que según estimaciones en el curso del siglo veinte perdió el 80 por ciento de sus bosques y la parte que aún sobrevive se encuentra sujeta a un proceso de degradación acelerada. El ejemplo de los bosques por cierto puede fácilmente extenderse al caso del agua, un tema que ha ocupado buena parte de mi esfuerzo investigativo en las últimas dos décadas, el aire, los suelos, y en general la base natural de la vida. Sin embargo, mi preocupación fundamental, como sugiero al comienzo, no tiene tanto que ver con la predecible dinámica insustentablemente destructiva de las derechas, sino más bien con los enormes desafíos que confronta la izquierda, genérica y ampliamente hablando, para hacer frente a la crisis socio-ecológica.

En este sentido, el análisis de los procesos políticos latinoamericanos contemporáneos a partir de observar la relación que se establece (o reproduce) entre los sistemas sociales y ecológicos me resulta extremadamente preocupante. Vuelvo a aclarar que mi preocupación no parte de una mirada genérica o pretendidamente ‘neutra’, y agrego que tampoco parto de una visión ecocéntrica, sino que más bien me acerco a este problema desde la óptica de la ecología política crítica cuyo objeto de estudio es la lucha social en torno a la desigualdad y la injusticia ambiental. Quiero también aclarar que mi intención aquí es plantear dudas y cuestionamientos antes que dar pretendidas respuestas o soluciones. Me interesa contribuir a la profundización y extensión de un debate que en mi opinión se encuentra poco desarrollado en las universidades latinoamericanas, especialmente en las ciencias sociales, y muy particularmente en la sociología y en la ciencia política (la geografía y la antropología han tomado la delantera en este debate hace ya tiempo), valgan entre las pocas notables excepciones los excelentes trabajos del grupo de ecología política de CLACSO.

En este sentido, la observación recurrente me sugiere que tanto la teoría como la práctica de la izquierda latinoamericana, hablando siempre en términos muy laxos, se ven marcadas por líneas de tensión y contradicción que llevan a plantear ciertos cuestionamientos: ¿Es posible reconciliar la justicia social con la justicia ambiental? ¿Cuál es el “límite” o “umbral” aceptable de tolerancia a la injusticia ambiental cuando la misma parece incompatible con la justicia social? ¿En qué situaciones sería legítimo subordinar la justicia ambiental a la justicia social? ¿Es posible plantearse esta disyuntiva desde una posición de “izquierda”? Estas preguntas revisten gran relevancia, lo que queda de manifiesto en las grandes disyuntivas éticas y políticas que confrontan los gobiernos progresistas de la región en relación a las contradicciones entre sus políticas ambientales y de desarrollo económico. Valgan como ejemplos los conflictos generados por el proyecto de transvase del Río San Francisco en Brasil, el gasoducto trans-amazónico, la construcción de represas y la minería a cielo abierto en los diversos países de la región, la introducción de cultivos transgénicos, la continua deforestación, la destrucción de la biodiversidad y de la fertilidad de las mejores tierras del continente, la privatización y mercantilización del agua y sus servicios esenciales, la gestión pública de los desastres “naturales”, el tema nuclear (no debatido prácticamente por las ciencias sociales de la región), el impacto social de los procesos de cambio climático, la militarización del control de la naturaleza (entendida como “recurso natural”). ¿Será que implícitamente se acepta la hipótesis del politólogo norteamericano Ronald Inglehart según la cual la preocupación por cuestiones ambientales pertenecería a la etapa post-material del desarrollo social, una característica avanzada que aún se encuentra en el futuro distante para la mayoría de las sociedades menos desarrolladas? Aunque la hipótesis de Inglehart ha sido consistentemente rechazada en el plano del conocimiento, la práctica política, incluyendo la de los gobiernos progresistas en relación a los ejemplos mencionados más arriba, frecuentemente parece haber asumido dicha hipótesis como presupuesto de su política ambiental y de desarrollo.

Con el afán de contribuir al debate crítico, en primer lugar, sería conveniente examinar la existencia de obstáculos epistemológicos e inobservables que frenan tanto el avance de la producción de conocimiento como la acción práctica sobre estos problemas. Específicamente es importante revisar los presupuestos de las tradiciones desarrollistas de la izquierda, de gran vigencia en la actualidad, a la luz de los debates recientes sobre la contribución de las ciencias sociales, y muy particularmente del marxismo, a la crítica del desarrollo insustentable. No quiere decir que esto no se haya hecho, y existen notables ejemplos en América Latina de esfuerzos intelectuales orientados en esa dirección, pero siguen siendo esfuerzos de alcance limitado, que deben profundizarse y extenderse con urgencia.

En segundo lugar, es importante discutir el repliegue de la izquierda al “presente”, con un predominio de la visión hodiocéntrica, ahistórica, característica de la economía neoclásica y de las tecno-ciencias pero que en las últimas décadas ha permeado también a las ciencias sociales y a las estrategias de los sectores progresistas comprometidos con la justicia social. ¿Cómo recuperar la capacidad de distanciamiento crítico con respecto a la realidad inmediata, la perspectiva histórica, el análisis de los futuros posibles?

En tercer lugar, y para concluir, cabe plantearse el problema en su dimensión ética, y muy especialmente en relación al proceso de autonomización del plano moral y la subordinación de los valores de la izquierda al plano instrumental en nombre del “realismo”, la “eficacia” y el pragmatismo político que caracterizan en gran medida la relación entre política ambiental y desarrollo social tanto en la teoría como en la práctica. Como dice el filosófo marxista Adolfo Sánchez Vázquez,

“Tratar de remover los obstáculos que se interponen efectivamente a la realización de los valores negados o angostados en nuestras comunidades reales: dignidad humana, derechos humanos, libertad, igualdad, democracia, justicia, necesita de una política en la que se conjuguen indisolublemente sus lados axiológico e instrumental; que haga del poder a conquistar, mantener o transformar un medio y no un fin, o también un medio al que se trate de acceder o mantener sin entrar en contradicción con el fin. Ahora bien, esta política lejos de poder hacerse al margen de la dicotomía de derecha e izquierda, puede y debe ser asumida por las fuerzas que optan por los valores y fines que definen a la izquierda” (Ética Marxista).

Cabría agregar: esa política requiere la superación de las contradicciones aparentemente irresolubles entre los requerimientos de la justicia ambiental y la justicia social. A su vez, en el plano intelectual este desafío requiere una ruptura epistemológica que permita alcanzar niveles más elevados de coordinación interdisciplinaria en la producción de conocimiento científico sobre las relaciones sociedad-naturaleza, un proceso en el que las ciencias sociales latinoamericanas están llamadas a jugar un papel central.


*José Esteban Castro es Catedrático en Sociología en la Universidad de Newcastle, Inglaterra (http://www.staff.ncl.ac.uk/j.e.castro/). Es egresado de la Carrera de Sociología de la UBA (promoción 1988) y fue Investigador del CONICET basado en el Instituto Germani entre 1988 y 1990, cuando inició estudios de posgrado en la FLACSO México (1990-1992) para posteriormente realizar un doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad de Oxford (1993-1998).

MATTEUCCI, EL ANTI-BOBBIO QUIEN DEFENDIO AL LIBERALISMO

lunes, 26 de octubre de 2009


Los discípulos y los amigos recuerdan en Bologna al pensador quien fue uno
de los fundadores del Mulino

Por Dino Messina (*)


“Muchos liberales suavizaron su pensamiento para ser políticamente correctos”. No es el caso de Nicola Matteucci (1926-2006), uno de los mayores pensadores italianos del Novecientos, recordado ayer por amigos y discípulos, a tres años exactos de su fallecimiento, en un encuentro en la iglesia de Santa Cristina, organizado por la Fundación Cassa di Risparmio di Bologna, la Facultad de Ciencias Políticas, de cuya fundación participó, y el Departamento de Política, Instituciones e Historia.

Radicado en la ciudad en la que en el 1951 participara del núcleo propulsor del Mulino, por sus originales aportes y por la honestidad de sus posiciones, bien trazadas por Fabio Roversi-Monaco, quien abrió el encuentro, Nicola Matteucci es una de esas figuras destinadas a crecer en el panorama de la cultura contemporánea. Y no solo por la magnitud de los aportes, confirmada por las intervenciones en la jornada de estudios: su discípulo Angelo Panebianco, quien finalizó el encuentro, se encargó de la relación entre “Estado y mercado”, refiriéndose a la lección del maestro y a su interpretación de las teorías de Friedrich von Hayek, Pierangelo Schiera habló de “Estado e liberalismo”, Gianfranco Pasquino de la relación entre “liberalismo y socialismo”, Giovanni Bognetti del constitucionalismo, Anna Lazzarino Del Grosso de “Derecho, política y mercado”.

Lo que impresiona a los oyentes es la actualidad de la enseñanza y la originalidad de un hombre que sabía mantener la línea frente al conformismo dominante.

A partir del estudio de Antonio Gramsci, del cual supo alcanzar el fecundo aporte metodológico, más allá de la raíz ideológica, ya en 1963, en el ensayo “Positivismo jurídico y constitucionalismo”, se contrapuso a las concepciones filosóficas y jurídicas de Norberto Bobbio quien, señaló Anna Lazzarino Del Grosso, “a pesar de la intención contraria, no puede evitar recaer en las mismas conclusiones del viejo positivismo jurídico que en realidad querría superar”. Para Matteucci, “sólo el reconocimiento de la existencia del derecho natural, que Bobbio rechaza de manera categórica, puede hacer frente al peligroso y antihistórico estatalismo”.

La concepción liberal de Matteucci, según afirmó Gianfranco Pasquino entre otros, tenía su eje en el constitucionalismo entendido como sistema para la defensa de las libertades individuales y al mismo tiempo limitar el poder. Y en el marco de esta visión asume gran importancia el control de constitucionalidad, hasta afirmar que un sistema es menos liberal si no prevé tal freno.

Ya en el 1970 Matteucci había hablado de “nueva insurgencia populista”, refiriéndose a la pasión para las ideas simples y a la adversión hacia las reglas necesarias para el funcionamiento de los sistemas complejos. Partidario del mercado, que como explicó Panebianco, generalmente implica la democracia, Matteucci sin embargo le temía a la “sociedad unidimensional” en la que todo se sacrifica en provecho de la eficiencia y del consumo. Su lección, muchas veces desoída, hoy está siendo redescubierta.


*Tomado del Corriere della Sera, 10-10-2009. Traducción para este blog de Mariangela Di Bello

NUNCA FUE UN MORALISTA Y MENOS UN PROFETA

jueves, 8 de octubre de 2009


18 de octubre, centenario del nacimiento de Norberto Bobbio

por Marco Revelli (*)


Bobbio (1909 - 2004), a pesar de las apariencias, no es un moralista. En el complejo juego entre Valores y Poder, entre Moral y Política, no resuelve unilateralmente el dilema a favor de los primeros. No resuelve la política en la moral dominante, el ejercicio del poder en los valores absolutos. Al contrario: conserva sistemáticamente abierta la díada. Hace de la tensión entre los términos que la conforman el objeto del debate: el desafío de la civitas a la universitas. Y eso no sólo porque es perfectamente consciente de la dramática distancia que separa – para usar una fórmula que le gustaba – los ideales de la burda materia: el plano ideal y proyectivo de los Valores (de los Principios) del plano coriáceo, duro, de la práctica cotidiana (y del los Resultados). Sino también porque conoce los efectos dramáticos de una identificación sin residuos entre los dos términos: el extremo peligro implícito en una Política (en el ejercicio del poder) supuesta como práctica de Valores absolutos (y como tales no negociables).

En esa conciencia reside su ajenidad y hostilidad hacia la figura del intelectual Profeta. Y por otro lado su identificación con el intelectual Mediador, empeñado en la difícil arte del diálogo, de la recomposición no unánime ni compromisoria, y de la confrontación civilizada.

Así como reside en el permanente retorno de aquella preocupación (resumida en la admonición de Julien Benda a propósito del riesgo constante de la trahison des clercs) su deliberada ambivalencia, en el sentido positivo del término: la continua oscilación entre una posición realista y una idealista. Entre un realismo político hasta duro, fuerte, por un lado – Maquiavelo, Hobbes, hasta Marx en cuanto realista político, o Pareto e Mosca – y una especie de idealismo (en el sentido del valor de los ideales) por el otro – Kant, y después Gobetti, Capitini, Benda -, que podemos interpretar según los valores del Iluminismo y que no es utopía abstracta, aunque posee ciertamente un fuerte contenido ético.

Sin embargo no es incertidumbre. O incapacidad de decisión. Es método. Esa oscilación entre opuestos sin un cierre decisivo a favor de uno, ni tampoco superación dialéctica en una síntesis superior, es parte integrante de la estructura misma del pensamiento de Bobbio. De su carácter intrínsecamente diádico. O dicotómico. O antitético, podemos llamarlo de muchas maneras. Si se recorre analíticamente la producción científica e intelectual de Bobbio – lo hizo de manera magistral Michelangelo Bovero – se puede comprobar que las dicotomías son infinitas: no sólo Ética y Política, sino también – como se ha visto – Democracia y Dictadura, Paz y Guerra, Igualdad y Libertad, Política y Cultura, Derecha e Izquierda, para limitarnos sólo a los títulos de algunos de sus escritos más célebres. Y además – a la raíz misma del método – las distinciones fundamentales entre Público y Privado, Estado y No-Estado, Derecho y Fuerza, Hechos y Valores. Cada uno de estos binomios implica dilemas y antítesis que casi nunca se resuelven sin dejar atrás problemas abiertos.

Existe, por otro lado, una autoconfesión de Bobbio, muy significativa a este propósito: “¡He abierto muchas cuestiones y no he cerrado ninguna!”. Y es en esta dificultad para cerrar – que tiene a que ver con el rechazo a construir sistemas, que anida esa idea de lo trágico en la que se esconde la clave más profunda del pensamiento de Bobbio. Lo trágico, precisamente, representado por la dificultad, tal vez la imposibilidad, de resolver de manera satisfactoria y definitiva las aporías individuadas por la razón, que lo lleva a la conclusión según la cual elegir es necesario, pero ninguna elección es en realidad completamente inocente. Toda elección tiene un saldo negativo que, antes o después, será necesario enfrentar.


(*) Fragmento de la introducción a "Etica e política" de Norberto Bobbio, colección de ensayos publicada por Meridiano Mondadori, en venta en las librerías italianas desde el pasado 15 de septiembre. Tomado del Corriere della Sera, 13-09-2009. Traducción para este blog de Mariangela Di Bello.


Opinión de los visitantes

sábado, 3 de octubre de 2009


RESULTADOS AGOSTO SETIEMBRE 2009


¿Ud. cree que es sincera la afirmación de Barack Obama:"Estados Unidos no ha autorizado ni tiene planes de establecer una base militar en Colombia"?

SI 52%

NO 48%

¿Ud. cree que Europa sigue siendo una meta para la inmigración latinoamericana?

SI 38%

NO 62%


¿Ud. está de acuerdo con el proyecto de ley del gobierno argentino sobre medios de comunicación?

SI 77 %

NO 23 %


¿Cree Ud. que la actual compra de armas de varios países latinoamericanos signifique posibles conflictos armados en el futuro?

SI 61%

NO 39%

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Un Premio Nobel en Tijuana

lunes, 28 de septiembre de 2009


Edmund Phelps criticó a Obama.

El Teatro Universitario fue el escenario de la conferencia del Premio Nobel de Economía 2006 Edmund Phelps en el Campus Tijuana de la Universidad Autónoma de Baja California.

Ante una audiencia que completó el Teatro, el economista estadounidense, considerado el padre de la macroeconomía moderna, fue desgranando sus conclusiones sobre la situación de la economía de Estados Unidos.

PHELPS BASICO

¿Hacia dónde va la economía de Estados Unidos?

Hay un punto de vista muy popular, sostenido también por el Presidente Obama, según el cual la economía de mercado recuperará el terreno y logrará nuevamente el equilibrio. Para ello solo alcanzarían algunas medidas gubernamentales, y de esa manera los individuos verían satisfechas sus expectativas de empleo, salario, consumo y tiempo de ocio. Pero esta manera de pensar es errónea e inadecuada.

¿Por qué?

Básicamente porque los cambios estructurales tienen efectos duraderos, por ejemplo sobre el empleo, entonces, lo que se considera el nivel “normal” va cambiando, y una recuperación del empleo a los niveles de los años 90, con un techo de 5.5 de desempleo, parece ya muy difícil de alcanzar.

¿Cuáles serían los cambios estructurales que han ocurrido?

En primer lugar, ahora los individuos tienden a ahorrar más que a invertir o consumir, y éste es un cambio estructural importante.

En segundo lugar, las empresas en Estados Unidos han perdido capacidad de innovación. Si bien el gobierno tiene iniciativas en obras públicas, y existe la esperanza que ello traerá nuevos empleos, se trata de acciones del gobierno, pero ¿qué pasa con las empresas? Y esto es lo que hay que tomar en cuenta.

En los años 20 y 30 desde el gobierno se apuntaba fuertemente a la creatividad de las empresas, a apoyar los emprendimientos y la introducción de nuevos métodos, y así hubo importantes avances de la productividad, que convirtieron a Estados Unidos en líder mundial del dinamismo económico, con altos salarios, trabajos interesantes y satisfacción con la carrera laboral.

Pero las actuales iniciativas del gobierno de Obama fracasarán porque no se promueve la creatividad basada en los actores sociales y comunitarios, por ejemplo en la pequeña y mediana empresa. Es mucho riesgo que la iniciativa quede solo en manos del gobierno, o en grandes empresas burocratizadas, porque cuando ello sucede, se reduce el dinamismo. Y el nivel de empleo (y desempleo), por ejemplo, depende enormemente de cuanta actividad, inversión e innovación haya en el sector privado.

¿El problema es el aumento de la inversión del sector público y la reducción en el sector privado?

El problema de la inversión tiene tres aspectos. Por un lado, que aunque se dirija al sector privado, se está orientando al corto plazo, y el dinamismo de una economía depende de la inversión a largo plazo. Ahora se invierte y se esperan resultados inmediatos, en un trimestre.

Por otro lado, el sector financiero está dedicado a la especulación, los bancos no apoyan al sector industrial, la cuestión para ellos es el beneficio en el negocio hipotecario, u otros, y no apoyan a las empresas como a fines del siglo XIX y principios del XX.

Finalmente, las inversiones del sector público no apoyan al sector empresarial. Las iniciativas de Obama hacen más daño que bien, porque no alientan a las empresas a ser creativas, aumentar la innovación y generar empleo, sino solo a bajar los costos, pero eso no genera empleo, y la clave para salir de la crisis es generar empleo.

¿Cuáles son las perspectivas de la economía estadounidense?

No veo una perspectiva positiva para la economía de Estado Unidos en el próximo decenio. Tampoco, claro está, para otras economías capitalistas poderosas como Inglaterra y Alemania. Las iniciativas que se están tomando no son suficientes para recuperar el dinamismo. Habrá que esperar, pero veo muy improbable que de esta manera se salga de la crisis.

Reflexiones al vapor

lunes, 21 de septiembre de 2009

Carlos Moreira (*)

Estamos llegando al final de la primera década del siglo XXI, y América Latina se enfrenta a una serie de dilemas políticos que no son los mismos de una década atrás. Ante ellos, la teoría política latinoamericana parece crujir, y los antiguos conceptos y certezas reclaman una urgente revisión.

En primer lugar, hasta ahora ha predominado un precepto cuasi inamovible, que lo urgente para las sociedades y los gobiernos latinoamericanos era abordar los problemas sociales, y que no importaba si quedaban para después los asuntos institucionales, pues la brecha entre lo social y lo político se estrecharía solo si se atendían los demandas sociales. Tal era el pragmatismo reinante, que abarcó a derechas e izquierdas. Todos decían saber que hacer, esto es, desarrollar las políticas sociales de tipo asistencialista, y las instituciones y reglas del juego político se ajustaban en función de ello.

¿Hasta cuando vamos a poder sostener que lo social es la variable independiente y lo político institucional la variable dependiente? Creo que muy poco tiempo más. El estado de derecho y la administración de justicia, por ejemplo, reclaman su lugar bajo el sol. La falta de orden civil y seguridad pública en nuestros países cada vez brilla con mayor intensidad en la agenda de los problemas públicos del continente.

En segundo lugar, existe un debate que ha tenido una indudable luminosidad hasta aquí, como es el que se da entre democracia deliberativa vs. democracia representativa, pero el mismo se va mostrando estéril y parece estar llamado a quedarse en el pasado. Y es que, considerar que la democracia deliberativa y la democracia representativa son pares antagónicos o al menos de difícil conciliación, dado que sabemos que la variante representativa nació como reacción conservadora de las variantes deliberativa o directa, está demostrando serios límites al momento de analizar la calidad de la democracia en el continente. Es más, hoy el dilema parece ser como conciliar ambos modelos y superar la (falsa) dicotomía. Y ello porque en algunos de nuestros países, caso Bolivia, la sociedad se organiza crecientemente a través de mecanismos directos para controlar a sus elites y participar de manera permanente y vinculante en la etapa de formulación de decisiones, junto a los representantes que elige para que tomen e implementen esas decisiones. Y esto plantea un escenario nuevo que aún busca su marco teórico adecuado.

En tercer lugar, hasta ahora hemos mantenido como axioma que el desarrollo de la participación política a través de las arenas deliberativas parecía contradictorio con la presencia de líderes fuertes. Es más, se sostiene que los líderes carismáticos del estilo que se denomina neopopulista solo están interesados en manipular las asambleas para beneficio propio. Y se ha dado en criticar algunas experiencias de democracia participativa, como las que ocurren en Venezuela, por ejemplo, con el objetivo de cuestionar el tipo de liderazgo que ejerce Chávez. Y ello también parece una concepción que es necesario revisar, desde el momento en que de ninguna manera es evidente que la calidad de la democracia se resienta con la presencia de un líder carismático. Es perfectamente posible en términos teóricos considerar que se extiende y profundiza la democracia a través de partidos políticos y movimientos sociales, al tiempo que las decisiones se concentran en la figura del presidente, sea esto porque el presidente se somete a las arenas deliberativas o porque lidera sectores y actores históricamente marginados que dependen, al ingresar al juego político, de la presencia de un líder fuerte y activo.

(*) Exposición en la Mesa Redonda Gobernabilidad y Democracia en América Latina, Congreso ALAS, Buenos Aires, 4-09-2009.

Sobre la pregunta

miércoles, 16 de septiembre de 2009


Hace unos días los presidentes Sarkozy y Lula da Silva acordaron que Francia transferirá Brasil tecnología y equipamiento militar por valor de 12.500 millones de dólares, incluyendo cinco submarinos (uno de ellos nuclear), 50 helicópteros y 36 aviones caza. Desde hace cinco años, Venezuela ha comprado a Rusia aviones, helicópteros y armamentos, y en julio pasado, anunció un nuevo acuerdo que le permitirá duplicar el número de tanques. Colombia cede bases militares a Estados Unidos, y éste país reactiva la IV Flota de guerra para surcar las aguas de América Latina. Perú, Chile y Bolivia se suman a los países que han comprado armamentos en los últimos años.

“América latina, ¿hacia una paz armada hasta los dientes?” se pregunta el diario mexicano Milenio en su edición del domingo pasado, y las señales parecen indicar que efectivamente hay una carrera armamentista en el continente. La incógnita es si está derivará en conflictos bélicos en los próximos años.

“El Gobierno argentino intenta regular el monopolio mediático”

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Buenos Aires, 2 de septiembre (Télam).- El investigador Carlos Manuel Rodríguez, especialista en el tema de “medios y democracia” aseguró hoy que el Gobierno argentino “intenta regular el monopolio mediático y los medios inmediatamente responden dando una discusión sobre la libertad de prensa”.

Rodríguez calificó de positiva la reforma en materia de medios que intenta realizar la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Cristina está tratando de regular el predominio excesivo del espacio público y el carácter mercantil de la televisión privada en Argentina. Un ejemplo es lo que ha hecho con el fútbol, que ahora se puede transmitir en los canales públicos”, sentenció.

El investigador, de origen cubano pero que reside desde años en México, dialogó con Télam después de una charla que brindó en el Congreso Alas sobre la “Situación de la calidad de la democracia en América Latina”.

En este sentido, Rodríguez señaló que los medios “inciden en forma sustantiva en los procesos de democratización de América aunque su desempeño es más bien negativo a juzgar por los debates que están dando en Argentina, o que se dieron en México”.

“Los medios no pueden funcionar como mecanismos de exclusión porque no serían democráticos y tienen una función pública clave – concluyó – por eso es valorable el intento de este Gobierno de introducir cambios en este sentido”.

“La instalación de bases norteamericanas en América Latina es inadmisible”

domingo, 6 de septiembre de 2009

Buenos Aires, 2 de septiembre (Télam).- El politólogo argentino Carlos Moreira dijo que “la instalación de bases norteamericanas en América Latina no se justifica bajo ningún concepto”, y señaló que su presencia “introduce un elemento de distorsión en la región”.
“La instalación de bases de Estados Unidos en América Latina me parece un asunto que no tendríamos que estar ni discutiendo – sentenció – y creo que el argumento de Colombia sobre que su decisión es un asunto nacional tampoco se sostiene”.
“Aún con todas las condiciones que se ponen de que van a ser supervisadas, de que no va a haber muchas, creo que introduce un elemento en América Latina de distorsión”, dijo el investigador en diálogo con Télam después de brindar una charla sobre la “Situación de la calidad de la democracia en América Latina” en el marco del Congreso Alas.
En referencia a Honduras, el especialista consideró que “el hecho de que un presidente elegido popularmente haya sido desalojado de su puesto, en forma literal, es algo que como académico, pero además como habitante de este continente no se puede aceptar”.
En este sentido, Moreira consideró que la participación del resto de los gobiernos latinoamericanos en el conflicto fue fundamental. “En teoría habría que dejar todo en manos de la OEA, pero sin embargo, me parece que la presión que ejercieron los gobiernos de los otros países de América Latina fue decisiva para que la OEA se metiera de fondo en el tema”, dijo.
Durante la charla, los panelistas platearon nuevas variables a la hora de evaluar las democracias latinoamericanas, a las que calificaron de híbridas porque, si bien en lo formal todas eligen a través del voto a sus candidatos y no hay fraude, existen otros factores como la inseguridad o la vulnerabilidad de la justicia que las hace menos sólidas.
“Un ejemplo de esto es que a pesar de que las elecciones son regulares en la región, hubo siete presidentes en América Latina que han tenido que dejar sus mandatos en los últimos años por diferentes factores”, concluyeron.

LULA Y OBAMA: ¿RESOLVIENDO A RITMO DE TANGO?

lunes, 24 de agosto de 2009



Por Miguel Angel Herrera Zgaib (*)

Los intereses primero

"En ese tema, el de nuestra incursión en la selva ecuatoriana, en ese bombardeo contra "Reyes", yo les pido perdón por eso. Se lo dijimos en República Dominicana". Álvaro Uribe. Clausura de la asamblea de la Andi, Medellín, 14 de agosto 2009.

Nos han pedido nuevamente disculpas, las aceptamos de corazón, pongámonos a trabajar juntos para construir la paz". Rafael Correa. Quito, 15 de agosto de 2009.
Ya no queda duda que habrá reunión en Buenos Aires, el 28. El gobierno de Colombia, para prepararla repitió excusas a Ecuador. El presidente Correa dijo que las acepta con condiciones, que empiezan por prohibir la extraterritorialidad que evite cualquier nueva violación pretextando motivos de seguridad nacional o internacional.
El presidente Chávez ripostó desde la otra frontera a su homólogo colombiano, porque alcanzó el colmo del cinismo; y en la farsa regional el canciller Bermúdez recordó a "tirios y troyanos" que primero se defienden los intereses nacionales, - ergo el acuerdo con Estados Unidos -, y luego se dialoga. Tal y como ocurrirá teniendo al matrimonio Kirchner como anfitrión de la reunión de UNASUR, un diálogo erizado de intereses estratégicos donde los Estados Unidos es el telón de fondo.

El acuerdo plan y las mentiras

El acuerdo de la discordia suramericana permitirá a E.U., para empezar, el uso de 5 bases militares aéreas y 2 navales en Colombia. Compartirán inteligencia técnica en tiempo real sobre narcotráfico y terrorismo; y sus militares y contratistas, no superiores a 1400 en total, gozarán de inmunidad que les impide ser procesados en este país y ante los organismos internacionales, sin llegaran a cometer delitos de lesa humanidad.
Entretanto, el pronunciamiento de Frank Mora, subsecretario del Pentágono, en la entrevista de O´Globo: "Todo lo que se discute entre el Pentágono y los militares colombianos es sobre Colombia". De ninguna manera se trata de internacionalizar la Amazonia, sino extender la misión del Plan Colombia de combatir el narcotráfico y el terrorismo, cuyas bases jurídico constitucionales, dicen los congresistas pro-uribistas, se remontan al año 1952.
Hugo Chávez sigue siendo la voz discordante en la subregión andina. Él señaló que es imposible reconstruir las relaciones con Colombia: "¿Cómo voy a confiar en el presidente de Colombia? ¿Cómo, si utiliza la mentira para tratar de descalificarnos? No puedo."
La mentira alude al último señalamiento que el gobierno colombiano le hizo por los lanza cohetes capturados a las Farc, propiedad del ejército venezolano que los compró a Suecia en 1978. Chávez lo desvirtuó ante la prensa internacional, donde mostró el funcionamiento de los AT-4, y explicó que las Farc se habían apoderado de 5 lanzacohetes AT-4 en 1995, en una incursión cruenta al puesto de Cararabo en la que murieron 14 venezolanos.
Entretanto, nadie entrevista a Uribe, la manzana de la discordia.

La discusión de la seguridad hemisférica

El establecimiento de un poder disuasivo en la región suramericana, que pueda intervenir en un escenario político que es hostil a la tradicional hegemonía estadounidense, choca a la vez con el proyecto estratégico autónomo de Unasur. La raíz lejana es el cierre de la base de Howard, en los tiempos del presidente panameño Pérez Balladares; la mediata son los episodios de Angostura, y los inmediatos tienen que ver con el golpe de estado en Honduras.
La vocería suramericana la tiene aquí el presidente Lula, respaldado por el creciente poder mundial del Brasil como apetitoso mercado y como economía emergente poderosa, al lado de la India y China. Ya su voz se escucha en las grandes ligas capitalistas, y su cancillería está atenta a la movida estadounidense, a la que exigirá, a no dudarlo, contrasprestaciones. Lula representa de modo tardío, una tercera vía a la suramericana, donde el capitalismo sigue su curso, y el hambre de millones apiñuscados en las grandes urbes, y contenidos en el nordeste tiene que ser satisfecha de algún modo. La multitud de pobres en esos tres países es una amenaza y una carta de negociación permanente.

¿Qué alternativas?

La primera propuesta conocida, distinta a la de seguir por la vía del "fast track" el acuerdo tramitado en secreto por los los gobiernos colombiano y estadounidense, es la de rechazar cualquier base norteamericana en Colombia, es proponer el establecimiento de una base hemisférico en Palanquero, eje estratégico de una política de seguridad regional autónoma, bajo la dirección multilateral de Unasur. Todo lo cual, insiste su expositor, Ernesto Samper, tendría que ser concertada con los E.U., quienes siguen siendo el hegemon estratégico en América Latina.
De otra parte, está la voz influyente de Fidel Castro, quien habló de las bases dentro de las bases, como siete puñales, que para recordar a Eduardo Galeano abrirán nuevas venas de discordia en el subcontinente, cuando la guerra de los movimientos no cesar en el globo. Y las bases norteamericanas se encuentran en alerta, y activas en todas las esquinas del mundo, luchando contra la irrupción de las multitudes que se resisten, por un sinnúmero de razones, al dominio imperial del mundo que encuentra ejercicios terroristas en todos los lugares. Pero, que, sin embargo, ni siquiera se sonroja para ver el terrorismo de estado en su propio ojo orwelliano. O si no qué decir de la verguenza humana de Abu Ghraib, y la latinomericana de Guantánamo, enclavada en la propia isla de Cuba, que tiene 50 años de haber hecho su revolución.
La otra propuesta tiene que ver con una fórmula más radical y definitoria, que salgan todas las bases norteamericanas del continente americano, y que se le de paso a una nueva anfictionía, que revitalice el sueño bolivariano frustrado en Panamá, en 1826. Que ahora se cambie el horizonte estratégico, y que Unasur establezca no en Palanquero, sino en Angostura, Ecuador, un eje de paz y por la liberación de la condición humana de la guerra. Y por supuesto, que sea el presidente Rafael Correa, cuyo país ha sido ofendido por la intervención inaceptable de Colombia con la complicidad estadounidense, quien al presidir Unasur, de los primeros pasos en liberarnos del flagelo de la guerra. Para desatar de una vez por todas, una cruzada democrática continental, que tenga a Palmerola, libre de la base militar estadounidense, un segundo territorio de paz continental, reinstaurando al presidente Manuel Zelaya en el gobierno de su país.

(*) Universidad Nacional de Colombia

IIª Declaración de Historiadores en Apoyo al Pueblo Mapuche

domingo, 23 de agosto de 2009

Declaración pública de historiadores chilenos


Con dolor e indignación, los historiadores e historiadoras que suscribimos esta declaración, constatamos que la interpelación que le hiciéramos a la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, en enero de 2008, en torno a acoger las demandas históricas del pueblo mapuche no sólo no ha sido escuchada, sino que, por el contrario, el cerco represivo y mediático se ha intensificado. Prueba de ello es el asesinato el miércoles 12 de agosto del joven comunero mapuche Jaime Mendoza Collío. Queremos, en consecuencia, ratificar ante el pueblo chileno y la comunidad internacional lo señalado hace un año y medio atrás.

1. Rechazamos la militarización del Gulumapu (territorio histórico del pueblo mapuche), la instauración de un régimen permanente de vigilancia y terror policial, el encarcelamiento y procesamiento de comuneros mapuches y el cobarde asesinato de Jaime Mendoza Collío.

2. Consideramos que situaciones de esta naturaleza tienen una larga génesis histórica, que arrancó con el proceso de conquista y ocupación militar de la Araucanía por las huestes españolas en el siglo XVI, cuando empezó el proceso de usurpación de las tierras indígenas. Si bien la resistencia mapuche logró contener durante los siglos coloniales y en las primeras décadas republicanas el avance invasor, durante la segunda mitad del siglo XIX, a medida que el Estado nacional chileno se consolidaba, nuevamente la clase dominante fijó sus ojos en esos territorios, desplegando la mal llamada “Pacificación de la Araucanía”, que culminó con el despojo violento de las tierras del pueblo mapuche y su confinamiento en reducciones que han perpetuado su pobreza, marginación y discriminación hasta nuestros días.

3. Desde entonces la lucha de los mapuches por recuperar sus tierras ancestrales no ha cesado aunque se ha manifestado de manera diversa y ha conocido avances y retrocesos según los momentos históricos. Comenzando con la constitución de las primeras organizaciones mapuches (mutualistas y culturales) a comienzos del siglo XX hasta las actuales recuperaciones de tierras, pasando por la participación en partidos políticos, el levantamiento de Ranquil de 1934 (en alianza con campesinos pobres chilenos) y las “corridas de cerco” de los años de la Reforma Agraria, se puede observar una notable continuidad histórica en las demandas de tierra, justicia y libertad de este pueblo.

4. En los últimos años las reivindicaciones históricas mapuches han sido enfrentadas por el Estado de Chile de manera esencialmente judicial y policial, criminalizando sus luchas y negándose al reconocimiento de su autonomía como pueblo. Esto se ha traducido en una creciente militarización de la Araucanía, la aplicación de la Ley Antiterrorista, heredada de la dictadura militar, y el cerco mediático oficial respecto de la realidad que se vive en ese territorio.

5. Los principales agentes del Estado, al igual que las autoridades regionales y locales de la Araucanía, los partidos políticos representados en el Parlamento, las organizaciones empresariales y la mayoría de los medios de comunicación social han patrocinado o avalado esta ofensiva represiva contra las comunidades mapuches, guardando un silencio cómplice o deformando groseramente lo que está ocurriendo.

6. Esta situación requiere un drástico cambio de política del Estado de Chile, que debe asumir un reconocimiento pleno de la diversidad de pueblos originarios existente en nuestro país, lo que implica, entre otros puntos, la autonomía política de las comunidades indígenas, la devolución de sus tierras arbitrariamente usurpadas en base al “derecho de Conquista” y el pleno respeto de los Derechos Humanos de sus integrantes.

7. Frente a la justicia de las demandas históricas del pueblo mapuche y teniendo presente el actual escenario represivo que el Estado chileno ha configurado en la Araucanía, manifestamos nuestra más profunda solidaridad con el pueblo mapuche y advertimos a las autoridades de gobierno que la violencia desatada por la policía en la región sólo legitima el derecho a la autodefensa de aquellos históricamente agredidos.

Santiago de Chile, 19 de agosto de 2009.

Sergio Grez Toso, Universidad de Chile.
Igor Goicovic Donoso, Universidad de Santiago de Chile.
Julio Pinto Vallejos, Universidad de Santiago de Chile.
Jorge Pinto Rodríguez, Universidad de La Frontera (Temuco).
Patrick Puigmail, Universidad de Los Lagos (Osorno).
Milton Godoy Orellana, Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Verónica Valdivia Ortiz de Zárate, Universidad Diego Portales.
Augusto Samaniego Mesías, Universidad de Santiago de Chile.
Juan Carlos Gómez Leyton, Universidad ARCIS
Margarita Iglesias Saldaña, Universidad de Chile.
Alberto Díaz Araya, Universidad de Tarapacá (Arica).
Pablo Aravena Núñez, Universidad de Valparaíso.
Alejandra Brito, Universidad de Concepción.
Manuel Loyola, Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez.
Pedro Rosas Aravena, Universidad ARCIS.
Luis Corvalán Márquez, Universidad de Valparaíso.
Nelson Castro, Universidad de Valparaíso.
Sergio Caniuqueo Huircapán, Comunidad de Historiadores Mapuche.
Luis Vitale Cometa, Universidad de Chile.
Claudia Videla, Universidad de Chile.
Karen Alfaro Monsalve, Taller de Ciencias Sociales
Luis Vitale Cometa (Concepción).
Pablo Artaza Barrios, Universidad de Chile.
Alexis Meza Sánchez, Universidad ARCIS.
Patricio Quiroga Zamora, Universidad de Valparaíso.
Claudio Robles, Universidad Austral de Chile (Valdivia).
Beatriz Areyuna Ibarra, Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Mario Valdés Vera, Universidad ARCIS (Concepción).
Leonardo León Solís, Universidad de Chile.
Claudio Pérez Silva, Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
César Leyton Robinson, Universidad de Chile.
Manuel Fernández Gaete, Universidad Bolivariana (Los Ángeles).
Ivette Lozoya López, Universidad de Santiago de Chile.
Marcos Fernández Labbé, Universidad Alberto Hurtado.
César Cerda Albarracín, Universidad Tecnológica Metropolitana.
Alberto Harambour Ross, Universidad Nacional Andrés Bello.
Pedro Canales Tapia, Universidad Pedro de Valdivia (La Serena).
Daniel Palma, Universidad ARCIS.
Eduardo Palma, Universidad de Chile.
Claudio Barrientos, Universidad Diego Portales.
José Luis Martínez Cereceda, Universidad de Chile.
Francis Goicovich, Universidad de Chile.
Jorge Iturriaga, Pontificia Universidad Católica de Chile.
Juri Carvajal Bañados, Universidad de Chile.
Marcelo Mella Polanco, Universidad de Santiago de Chile.
Eduardo Cruzat C., Universidad ARCIS (Cañete).
Cristina Moyano Barahona, Universidad de Santiago de Chile.
Sebastián Leiva, Universidad ARCIS.
Lucía Valencia Castañeda, Universidad de Santiago de Chile.
Rodrigo Sánchez, Universidad de Chile.
Fabio Moraga Valle, Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Robinson Silva Hidalgo, Taller de Ciencias Sociales.
Juan Guillermo Muñoz, Universidad de Santiago de Chile.
Carolina Andaur Marín, Universidad de Talca.
Carlos Sandoval Ambiado, Universidad Bolivariana.
Carmen Gloria Bravo, Universidad de Santiago de Chile.
Carlos Molina Bustos, Universidad de Chile.