Los recortes (sólo italianos) a la cultura: así se reduce el desarrollo económico.

jueves, 21 de octubre de 2010

Por Severino Salvemini (*)

Tonos enardecidos entre los ministros Bondi e Tremonti. El primero no quiere otros tijeretazos y el segundo se opone sin demasiada elegancia: “No es que la gente coma cultura”.
Bien. Algunos datos para dar a conocer el marco del problema. En el año 2009 el Mibac reduce un 23% las asignaciones nacionales; así como reducen los gastos para la cultura los Ayuntamientos (-20%), las Provincias (-18%), las Regiones (-10%) (datos Federculture ).
La recesión muerde y la crisis se combate con el hacha, reduciendo un capitulo del gasto considerado efímero y poco productivo. Lástima que en este período de extravío global de  identidad, sentido y sabiduría, las artes y la cultura sean consideradas por algunas naciones hasta anti cíclicamente: Obama en el paquete anticrisis 2009 aumenta un 30% el budget anual del National Endowment for the Arts, Sarkozy acrecenta un 10% el aporte del Estado francés a la cultura, el alcalde Bloomberg lanza un plan de apoyo al sector artístico que genera un impacto adicional de otros 5,8 millones de dólares en el solo distrito de Manhattan, los lander relanzan con un +7% las inversiones culturales alemanas. ¿Quizá estas naciones no manejen la crisis? ¿Quizá se han equivocado acerca de las prioridades en su gasto público?
No, simplemente entendieron (y hace tiempo) que la cultura no es un “en caso contrario”, una partida residual respeto al desarrollo económico y que, junto a la función identitaria, es uno de los motores más potentes de la economía post-moderna. La economía donde importa siempre menos el valor de uso de los productos y siempre más el valor simbólico y evocador que ellos expresan. La economía de las empresas que hoy producen y venden antes que nada los significados culturales que los objetos y los servicios incorporan (moda, diseño, turismo, restauración, etc.). Y entendieron muy bien que toda inversión cultural redunda positivamente en la ocupación y la renta local como para ya sustituir la progresiva decadencia de producciones industriales muchas veces en la recta final. Ministro Tremonti, carmina dant panem, ciertamente.

(*) Tomado del Corriere della Sera, 10-10-2010. Traducción para este blog de Mariangela Di Bello