PARAGUAY EN LA DISYUNTIVA DEL CAMBIO

viernes, 7 de agosto de 2009


por Ignacio González Bozzolasco (*)


El 15 de agosto de 2008 el ex obispo Fernando Lugo asumió la Presidencia de uno de los países más pobres e injustos de América Latina. A pesar de la dura herencia y las limitaciones propias de una coyuntura compleja como la que atraviesa hoy el Paraguay, pueden señalarse algunos avances a un año de gobierno. Esto principalmente en el plano de salud, la lucha por la soberanía nacional y en lo que hace a ciertos aspectos relacionados con la asistencia a sectores empobrecidos.

Lugo consiguió instalar en la agenda política temas históricamente conflictivos como el de la reforma agraria, en un país con profundas desigualdades en este plano. Con el objeto de trazar planes e implementar acciones al respecto, fue instalada una instancia de articulación interinstitucional con la participación de todas las organizaciones campesinas: la Coordinadora Ejecutiva para la Reforma Agraria (CEPRA).

La lucha por la soberanía nacional también demostró avances importantes, en especial lo referente a reivindicar el derecho de Paraguay sobre la energía eléctrica producida en dos represas binacionales.

Itaipú, construida en conjunto con Brasil, destina casi el 95% de su producción eléctrica al mercado brasilero, pagando sólo el precio de costo al Estado paraguayo. Yacyretá, construida en conjunto con la Argentina, destina también la gran parte de su producción a ese país. En este caso, además de los precios pagados por la energía se suma la no finalización de las obras, que conllevan significativas dificultades para el país.

A lo largo de las últimas décadas los gobiernos de turno aceptaron de manera sumisa las desventajosas condiciones impuestas por los vecinos en cada caso.

Finalmente, fueron desarrolladas acciones dirigidas a asistir a sectores de la población extremadamente vulnerables, aunque emprendidas de manera muy limitada. A través de planes de emergencia, sectores campesinos empobrecidos y diferentes comunidades de pueblos originarios recibieron asistencia alimentaria y medica.


Insuficiencias y retrocesos

Las políticas de cambio no se vislumbran aún con claridad. Desde la misma designación de su gabinete el novel gobierno fue demostrando claros signos de conservadurismo, con una fuerte presencia de actores ligados al Partido Liberal Radical Auténtico y a posiciones de derecha.

En lo que respecta a la seguridad, bandera tradicional de los sectores reaccionarios, los cambios también continúan postergados. En su discurso y en su práctica el Ministerio del Interior ha priorizado una política represiva antes que preventiva, llegando incluso a incurrir en prácticas de criminalización de las luchas sociales como lo hicieran los gobiernos anteriores.

Desde la asunción del actual gobierno se han dado repetidos casos de represión al movimiento popular: desde organizaciones campesinas en ocupaciones y cierres de ruta, pasando por organizaciones sindicales e indígenas, incluso alcanzando a activistas de derechos humanos

Con relación a las políticas sociales, el avance tampoco es muy significativo, cuando no hay retrocesos en comparación con los gobiernos anteriores. La Reforma Agraria, una de las principales banderas de campaña electoral del ex obispo, no ha dado pasos firmes. Aunque fue conformada la CEPRA a causa de las presiones por parte de las organizaciones campesinas no fueron asumidos aún pasos firmes y significativos rumbo a una verdadera reforma agraria.

Por otra parte, la falta de firmeza a la hora de confrontar con sectores de poder económico del país, llevó al Ejecutivo a retroceder incluso sobre decisiones ya tomadas. Éste el es caso del decreto que reglamenta el uso de insecticidas para el agro (agrotóxicos) y las fumigaciones de cultivos de soja a través de aviones, el cual luego de su promulgación fue suspendido en su aplicación.

En lo que respecta a la economía el Ejecutivo ha mantenido una línea en extremo conservadora, a instancias del actual Ministro de Hacienda, Dionisio Borda, también ministro del gobierno anterior en el periodo 2003-2005.

Articulación política y soporte popular

La importante mayoría de derecha de la alianza de gobierno, sumado al hecho que la APC es minoría en un parlamento ampliamente conservador, acaban imprimiendo una considerable importancia a la consolidación de un soporte popular extra parlamentario y de confrontación con los sectores reaccionarios en el poder. Pero hasta el momento, el Ejecutivo no ha optado por esta vía.

Aunque los sectores de izquierda que apoyan al Presidente insistieron desde inicios de su gobierno en la importancia de impulsar el llamado a una Asamblea Nacional Constituyente, como también de conformar una estructura política de soporte más próxima y de base popular, Lugo continúa optando por una salida conciliadora. El peligro de este camino es que aproxima al Presidente a los sectores de derecha dentro de la alianza de gobierno, a la vez que lo distancia cada vez más de los sectores populares y de izquierda que la componen.

Por su parte la izquierda, inquieta por la lentitud del proceso de cambio, se encuentra en la actualidad en plena construcción de articulaciones unitarias. El resultado de estas medidas, en el caso de tener éxito, podría influir en un posicionamiento más firme y frontal con relación a la derecha dentro y fuera del gobierno. Esta articulación trataría de combinar esfuerzos tanto en el plano institucional (a partir de las instancias ocupadas dentro del Gobierno) como en el de la movilización popular (incluyendo a movimientos sociales y sectores populares organizados).


(*) Sociólogo, integrante del Centro de Estudios y Educación Popular “Germinal” de Asunción. Miembro de la Conducción Nacional del Partido del Movimiento al Socialismo del Paraguay (P-MAS) y director de su periódico, El Dedo en la Llaga.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

me parece que a veces los países pierden sus oportunidades históricas. si bien Lugo llegó al gobierno cuando la ola de gobiernos de izquierdas ya comienza a declinar, sin embargo en la coyuntura y la situación que describe el autor de esta nota, había muchas posibilidades y cuestiones para cambiar. Pero por lo que se ve, Lugo ha estado mas preocupado de mantener la gobernabilidad, que de los cambios que el Paraguay necesita. No digo que sea exclusivamente un problema o estrategia de Lugo, así ha sido el modelo chileno de la Concertación de inserción en el capitalismo global y dejar una sociedad sumamente desigual y fragmentada, o el propio modelo de políticas de Lula. recien va a cumplirse el primer año, habría que ver cual sera el balance final en Paraguay. En ese sentido parece acertada la estrategia de la izquierda que se señala al final del artículo

Susana dijo...

Estimado Carlos:

quiero felicitarlo por el blog, y por las crónicas sobre el Paraguay, me gustaron mucho, y creo que todos los que queremos al Paraguay sentimos que allí está viva algo de la mejor esencia latinoamericana
saludos cordiales

Miguel Angel dijo...

Carlos, te invito a que visites virtualmente mi blog praxisur.blogspot.com

Carlos Moreira dijo...

Gracias Miguel Angel !! Aprovecho e invito a todos tambien conocer www.ciudapolitica.com y wwww.martinezlarrechea.blogspot.com, así como la muy recomendable Revista Electrónica Conflicto Social que dirige Inés Izaguirre en www.iigg.fsoc.uba.ar/conflictosocial

El editor dijo...

Hola Susana. Me alegro que haya reflejado algo de lo que se puede ver en Paraguay. No quiere ser una mirada definitiva sino simplemente una particular visión personal

Saludos.